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La Asamblea aprobó un mandato (van 9 y contando) por el cual se permite al Fondo de Solidaridad utilizar sus recursos para capitalizar las compañías de electricidad y telefonía en las que es accionista para permitirles realizar inversiones en dichas áreas.

La historia básicamente es la siguiente: el Fondo de Solidaridad está instituido en la Constitución actual (art. 249 y siguientes), pero en ese texto se señala que sólo se puede usar los rendimientos (las utilidades) de sus recursos, no los recursos como tal. Este artículo fue interpretado por el TC en el sentido de que las acciones del Fondo de Solidaridad no pueden venderse, deteniendo el último intento de privatización de las empresas eléctricas y telefónicas, llevado a cabo en la administración de Gustavo Noboa.

Como el artículo de la Constitución actual impide al Fondo utilizar sus recursos, éstos están depositados en fondos de inversión, cuentas y otros instrumentos financieros y los intereses son utilizados para obras sociales inconexas, pensiones jubilares y otros. El objeto del presente mandato es utilizar los recursos -activos- del Fondo para invertirlos en las empresas a través de aumentos de capital.

Yo consideraba que, desde hace mucho tiempo, el Fondo podía «fondear» proyectos eléctricos y de telecomunicaciones a través de una figura relativamente simple: que las empresas operadoras titularicen el proyecto y que el Fondo invierta en esa titularización. Pero nunca se llevó a cabo esta idea.

Ahora, con la Constituyente a mano, hicieron un mandato que -de facto- reforma el artículo 249 y el 250 de la Constitución actual (o, al menos, los reinterpreta de un modo distinto a como lo interpretó en su momento el Tribunal Constitucional).

Un efecto colateral del mandato será que los municipios y otros accionistas secundarios tendrán menos injerencia en el funcionamiento de las eléctricas.

Me explico: a diferencia de las empresas telefónicas (Andina y Pacifictel), el Fondo NO tiene el 100% de las acciones en las distintas compañías provinciales de distribución de energía. Así, por ejemplo, en la EEQ (Empresa Eléctrica Quito, SA), el Fondo de Solidaridad tiene la mayoría de acciones, pero también son accionistas: El Municipio de Quito, el Consejo Provincial de Pichincha, el de Napo y la Cámara de Industriales. En la eléctrica de Manabí participan varios municipios manabitas, etc. Como el mandato permite que el Fondo realice aportes de capital, su porcentaje de acciones aumentará. A menos que los accionistas minoritarios también aporten capital en la misma proporción, el aumento de capital que realice el Fondo le permitirá tener un mayor porcentaje de acciones.

Actualmente y en muchos casos, el Fondo de Solidaridad tiene más del 50% de acciones, por lo que puede tomar decisiones con libertad, pero en ciertos casos tiene menos de la mitad, necesitando del voto de otros accionistas para remover administradores, implantar organigramas o decidir otras cuestiones de la compañía. Cuando el Fondo de Solidaridad sea el accionista mayoritario en TODAS las compañías, podrá decidir fusionarlas para crear un gran ente eléctrico.

Si: de nuevo Inecel

(no encontré un logo de esa compañía, así que hice uno).

INECEL fue creada en el anterior gobierno revolucionario y nacionalista (Rodríguez Lara, 1972-1976) y se eliminó en 1996 con la actual Ley de Régimen del Sector Eléctrico. INECEL terminó su vida «real» y pasó sus generadoras, transmisoras y oficinas a un montón de compañías eléctricas menores (una suerte de baby-ineceles). El modelo económico del sector eléctrico es demasiado absurdo como para explicarlo ahora, pero en resumen las generadoras baby-ineceles han ganado plata, tanto como la empresa transmisora (la dueña del famoso «sistema nacional interconectado») mientras las distribuidoras provinciales (que han existido desde antes de 1996) pierden casi-de-ley.

El gobierno de Correa ha reciclado varios de los técnicos de Inecel en el nuevo Ministerio de Electricidad, pero la razón para revivir a esta empresa pública es fundamentalmente el modelo de negocios que Correa quiere para los sectores que se han dado en llamar «estratégicos»:

  • No privatizar las empresas públicas.
  • Transformar las empresas públicas de «sociedades anónimas» a «entidades de derecho público».
  • Cambiar las reglas de contratación pública para que el sector público sea más expedito en su accionar.
  • Dotar a las empresas públicas de capital suficiente para invertir.
  • Establecer una administración tecnocrática de las empresas.
  • Agregar las compañías provinciales/regionales en una sola entidad pública de carácter nacional.
  • Hacer un logo bonito para la empresa pública global y lanzar una campaña publicitaria para posicionar esa marca (este es un poroto dedicado a Vinicio).

En el largo plazo, este proceso de agregación también se vivirá en las empresas telefónicas (Jorge Glas, el duro del Fondo de Solidaridad ya ha anunciado eso, pero a esta hora es difícil buscar en mi delicious). Así, uniendo a Andina, Pacific y Alegro, renacerá la famosa Emetel:

Como se ve en el logo, de hecho, ni Emetel ni Inecel han dejado de existir: hoy son pequeños escritorios en el Fondo de Solidaridad esperando que acaben juicios laborales para extinguir completamente sus obligaciones.

Miedito, anyone?

Via: El Telégrafo

Sala de Prensa de Asamblea

Texto del Mandato 9

9 respuestas to “”

  1. Danny Says:

    ¿tu te acuerdas de Emetel? pues parece que soy un poquito mayor que tu y me acuerdo del IETEL (instituto ecuatorianos de telecomunicaciones) monopolio estatal, pero y como todo lo que es monopolio público es ineficiente, veremos en el mediano plazo como los servicios seguirán siendo caros e ineficientes, burocratizados y corruuptos, como al final les tocará tercerizar servicios con el sector privado si no se quiere un colapso, como las inversiones en infraestructura seguirán escasas y por ende los empleos tecnológicos seguirán su fuga del país mientras que seguiremos tendiendo a cero en innovación tecnológica.

    La verdad no me da miedo sino risa, Ecuador va involucionando hasta el punto que parece que volveremos a rehabilitar al tranvía que iba de la Colón hasta la 24 de Mayo, así pasa con el ya inutil tren, pasa con las eléctricas y las telefónicas, pasa con Petroecuador que lo están convirtiendo en el antiguo y obsoleto CEPE (Coroporación ecuatoriana de Petróleos). Ecuador retrocede en el tiempo mientras los vecinos y allende los mares, van emergiendo economías de servicios en lugares inesperados como Vietnam, India, China, Irlanda, Estonia o El Salvador.

  2. Danny Says:

    Por cierto, felicitaciones por el post, muy bueno, en serio

  3. Jose Luis Says:

    Que pasa en el Ecuador? Porque no reacciona su gente? Hasta cuando esta suerte y vida de cangrejo? Es tan frágil la memoria que ya nos olvidamos de esos fracasos nacionales, cepe, enfe, emprovit, enac, emetel….

    El mandato 009 no debe de sorprender a nadie, estuvo debajo del escritorio todo el tiempo, nos tocara seguir viviendo esta larga pesadilla socialista, esperemos los resultados ya experimentados, ingentes cantidades de dinero destinados al fracaso administrativo propuesto, consumido seguramente en complacer los ingeniosos y esplendorosos contratos colectivos, más las famosas comisiones en contratación de obras para reactivar este sector “emergente”.

    La agregación de las telefónicas vive en las mentes lucidas y románicas de los patrioteros revolucionarios del caos, está debajo del escritorio también, será un tanto más difícil su promulgación y aprobación, pero seguramente será constituida en el mandato 1,045 allá por el 2,015

  4. j_major Says:

    La experiencia del ecuatoriano promedio con la empresa pública es realmente negativa. Por qué otros países sí tienen empresas públicas eficientes? La verdad no se, tal vez se trate de nuestra idiosincracia o de falta de voluntad.

    Para mí, no importa si el gato es negro o blanco, con tal que cace ratones:

    Igualmente, si la empresa brinda buenos servicios y a buen precio, es secundario a quien pertenece. Para eso, hay que recordar que el servicio más caro es aquel que no está disponible.

    En el caso de la electricidad, el haber pospuesto durante años la inversión (pública o privada o mixta) en hidro-generación nos cuesta un ojo de la cara: con lo que hemos pagado en interconexión con colombia ya hubiesemos construido un proyecto mazar o dos.

    En el caso de las telecomunicaciones, los altos costos del internet y de la propia telefonía nos representan algunos puntos en el índice de conectividad y tb en el de competitividad. !y aún así había gente convencida de que el teléfono era un servicio de lujo para ponerle 15% de ICE!!

  5. j_major Says:

    @ Danny:

    gracias x el inmerecido comentario. siempre trato de ver cuál es el fondo de las reformas, pero no siempre le doy en el clavo. en estos temas algo he estudiado, x eso creo q puedo percibir en q dirección van las cosas.

  6. j_major Says:

    http://www.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=194237&id_seccion=3

  7. j_major Says:

    El Gobierno propone crear una sola empresa con las eléctricas
    http://www.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=195904&id_seccion=6

  8. Varios mandatos « www.asamblea-blog.ec Says:

    […] Al Fondo de Solidaridad se le autoriza a fusionar sus empresas como considere necesario y obliga a los entes de control a otorgar las concesiones respectivas. Con esto se creará un nuevo Inecel y Emetel, como se anticipó en este blog. […]

  9. www.asamblea-blog.ec » Blog Archive » Varios mandatos Says:

    […] Al Fondo de Solidaridad se le autoriza a fusionar sus empresas como considere necesario y obliga a los entes de control a otorgar las concesiones respectivas. Con esto se creará un nuevo Inecel y Emetel, como se anticipó en este blog. […]

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